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Caída de ánimo y depresión

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El pasado día 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la Salud Mental. En consonancia con nuestra campaña sanitaria del mes de octubre sobre salud mental, en este y en el próximo post hablaremos de trastornos emocionales frecuentes, como son la depresión clínica o la ansiedad e insomnio.

Tener un estado anímico bajo no es lo mismo que tener depresión

En ocasiones, y a causa de distintos factores, podemos encontrarnos con un estado anímico bajo. El Ministerio de Sanidad lo describe en su página sobre bienestar emocional como «un sentimiento de fondo que permanece en el tiempo como consecuencia de acontecimientos o cambios emocionales recientes». También podemos encontrarnos  con una sensación de cansancio que no mejora con el reposo, que implica un acúmulo de estrés.

Ante estas situaciones, que son frecuentes, por ejemplo, en los cambios de estaciones o ante alteraciones hormonales más o menos importantes (por ejemplo, durante la ovulación), o que se pueden dar también ante la acumulación de acontecimientos importantes, podemos pedir consejo en nuestra farmacia de confianza. Existen suplementos alimenticios ricos en vitaminas y aminoácidos que pueden ayudarnos a conseguir el plus de energía que necesitamos.

Cuando estas sensaciones se vuelven más intensas o insoportables, o cuando se acompañan de otra sintomatología, es posible que sí que estemos ante un trastorno depresivo. En este caso, es importante el darse cuenta de lo que estamos pasando y pedir ayuda en caso de que sea necesario.

 

Entonces, ¿qué es la depresión y cómo sé si la tengo?

La depresión es un trastorno emocional  que se caracteriza por la aparición de sentimientos negativos como tristeza, sensación de desgana o inquietud, pero que también puede presentar síntomas más físicos como dolores intensos y ganancia o pérdida de peso.

En determinadas ocasiones, la depresión viene precedida de un episodio traumático o importante (por ejemplo, la depresión postparto), pero no tiene por qué ser el caso. De hecho, es importante recordar que no tiene por qué existir un motivo para sentirnos así y, sobre todo, no debemos nunca culpabilizarnos por ello.

Si sientes o has sentido alguno de estos síntomas, sería recomendable que consultaras tu caso con un o una profesional de la salud mental:

 

Síntomas físicos: Sentimientos/pensamientos: Cambio de carácter:
Cambio en el apetito Culpa Apatía
Cansancio / fatiga Miedo Pérdida de placer
Dificultad para concentrarse Tristeza / desesperanza Irritabilidad
Movimientos lentos o rápidos Pensamientos autolesivos Incapacidad de realizar actividades usuales
Trastornos de sueño Abandono / soledad Disminución de la libido

Creo que alguien cercano a mí podría tener depresión

Si conoces a alguien que pueda estar pasando por un momento así, no intentes menospreciar, rechazar ni relativizar sus emociones. Evita frases del estilo: «no estés triste, anímate» o «no tienes motivos para estar así», porque lo único que harán es agravar la sensación de culpa que tienen estas personas. En lugar de ello, te proponemos otras como: «estoy aquí para lo que necesites» o «no estás solo/sola».

Debes dejar que lo acepten si lo que necesitan es ayuda profesional, nunca presionando, y acompañarles en el proceso siempre que puedas demostrando apoyo.

 

Ante todo, ten presente que hoy en día existen muchos tipos de terapia que te pueden ayudar a sentirte emocionalmente más acompañada o acompañado y, en muchos casos, tanto los síntomas como todas esas sensaciones y sentimientos pueden llegar a desaparecer. Si crees que puedes tener un trastorno depresivo, pide ayuda.