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Leches artificiales

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Si no puedes dar el pecho o has decidido no hacerlo, la alimentación de tu bebé en sus primeros meses será o bien a base de leche donada de un banco o a base de leche artificial o de fórmula.

Hay una gran variedad de leches de fórmula muy completas, cuya composición está regulada por ley, pero, como sabemos que puede ser complicado saber cuál es cuál, en el post de hoy os hablamos de los principales tipos.

Leches 1, 2 y 3

Su composición varía entre una y otra para adaptarse a los cambios que también presenta la leche materna. Las leches 1 están pensadas para cubrir la alimentación del bebé hasta los 4-6 meses. A partir de este momento, cuando empieza la diversificación en la alimentación del bebé también cambiamos la leche para leches 2 o de continuación, que será su alimento principal y tomará aproximadamente 500ml diarios.

A partir del año podrá empezar a tomar las leches 3 o leches de crecimiento, como etapa intermedia entre las leches de fórmula y la de vaca. Suele tomarse desde los 12 meses hasta los 3 años del bebé.

 

Leches especiales

Si tu bebé tiene algún trastorno gastrointestinal puede necesitar que su leche tenga unas características especiales.

  • AR (antireflujo o antiregurgitación): son fórmulas de inicio o continuación más espesas para evitar el reflujo. Tienen el contra de que pueden provocar un poco de estreñimiento. Por ese motivo debemos distinguir entre la regurgitación común del bebé, que es muy frecuente y se resuelve sobre los 12 meses de vida, y una situación patológica en la que el bebé esté perdiendo muchos nutrientes por las regurgitaciones y experimente, por ejemplo, una pérdida de peso.

 

  • AE (antiestreñimiento): varían la composición de sus ácidos grasos para que se absorban mejor y consecuentemente consiguen un reblandecimiento en las heces. También permiten que se absorban mejor el calcio y el magnesio. Están recomendadas en bebés con tendencia a presentar estreñimiento.

 

  • AC (anticólicos): en su formulación se incluyen componentes prebióticos (alimento de los probióticos) y un menor contenido en lactosa con la finalidad de evitar los posibles desencadenantes del cólico del lactante. Están recomendadas en bebés con tendencia a presentar cólicos.

 

  • Leches sin lactosa: la lactosa se sustituye por otro azúcar que no presente problemas de absorción. Están indicadas solamente en lactantes que presenten intolerancia, por lo que es necesaria la recomendación de un pediatra.

 

  • Fórmulas hidrolizadas o de hidrolizados proteicos: las proteínas que contienen estas leches han pasado previamente por un proceso de digestión. Son leches hipoalergénicas o hipoantigénicas. También es recomendable la aprobación de un especialista.